Harry Truman fue un importante presidente norteamericano, que tuvo un papel muy activo en las políticas mundiales, participando como antagonista. Fue un político muy querido, pero también muy odiado, luchó por la igualdad racial, pero siempre con una doble intensión, la no descriminación militar, y por otro lado, decidió lanzar las bombas atómicas, Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo, supo llevar un buen gobierno, donde solo se destacó en las políticas exteriores, pero aún así, supo llevar a EE.UU. a un papel de líder mundial, que nunca antes este país había estado dispuesto a asumir. Pero también hay que darle mérito a la situación del país en esos momentos.
Un anti-comunista férreo, Truman no quería que la Unión Soviética se expandiera ideológicamente,es por eso que lleva a cabo el plan Marshall, que era una ayuda a los países europeos tras el desastre de la guerra, y la "doctrina Truman", que era como una contención de la Unión Soviética con ayudas hacia países amigos, como es el caso de Grecia y Turquía.
Tras todo lo ocurrido, Estados Unidos se mantiene siempre como la única potencia mundial, que se cataloga como el país de la libertad y la igualdad. Truman siempre quiso mantener a EE.UU. en lo más alto, y que lo miraran con respeto. Apoya al origen de la ONU, cuya inauguración fue en San Francisco, EE.UU, y el surgimiento de la OTAN.
La actitud anti-comunista se vio también en el interior, con restricciones hacia el movimiento obrero y las imigraciones, en la llamada "caza de brujas" liderado por el senador Mc Carthy.
Pero un punto muy importante y crucial, es el tema de la bomba atómica.
En agosto de 1939, el sabio Albert Einstein había escrito al presidente de Estados Unidos, Roosevelt, advirtiéndole de que la desintegración nuclear en cadena podía producir una bomba atómica más devastadora que cualquiera de las armas hasta entonces conocidas...
A partir de 1950 Truman modificó su política, como respuesta a la posesión de armas atómicas por parte de la URSS. El fin del monopolio nuclear estadounidense obligó al gobierno de Truman a comprometerse en una carrera de armas nucleares y a desarrollar la bomba de hidrógeno.
Este fue el gran legado que nos ha dejado Harry Truman, el desarrollo de armas nucleares.
Hasta hoy en día algunos historiadores sostienen que las bombas atómicas fueron necesarias para acortar la guerra y, por ende, para "ahorrar" la vida de miles de soldados que los aliados habrían perdido en su intento por invadir el Japón. Aún si esto fuera cierto, nada justifica haberle provocado la muerte instantánea a por lo menos 180.000 civiles inocentes que no eran soldados ni formaban parte de un objetivo militar.
Ahora nos preguntamos, después de Hiroshima ¿qué?...
Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz.
Albert Einstein
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